viernes, 15 de marzo de 2013

Mermelada de tomate

Dos kilos y medio de tomates maduros.
Zumo de manzana concentrado al gusto.
Una pizca de sal.
Kuzu (se puede sustituir por agar-agar) para espesar.

Cortar a trozos los tomates (yo les dejo la piel y las semillas).
Convertirlos en puré con la minipimer.
Poner la crema de tomate en una cazuela con una pizca de sal.
Endulzar al gusto con zumo concentrado de manzana, sirope de agave o cualquier otro endulzante (yo no uso azúcar).
Dejar hervir a fuego lento un mínimo de tres horas.
Durante la cocción, ir rectificando de dulzura, si es necesario.
Diluir dos cucharadas de kuzu en agua fría.
Añadir a la mermelada y continuar el hervor, removiendo, durante tres o cuatro minutos.
Retirar del fuego y envasar en tarros limpios de criistal.
Dejar enfriar.
Conservar en nevera y consumir en unos días.

Después de una jornada dura (y ahora, por distintos motivos, casi todas lo son), a veces me da por cocinar.
Nada demasiado práctico. Solamente algo que me apetezca.
Es una forma como otra cualquiera de utilizar el exceso de tensión para algo mejor que provocarme una gastritis.
Cosa que también hago de vez en cuando.

2 comentarios:

  1. Muy buena tu receta...yo tambien a veces lo preparo ...para calmar tensiones..en los ultimos años trabajo cuidando y acompañando ancianos....he aprendido muchisimo!!..antes cuano era mas joven trabajaba con niños!! y tambien era mis maestros!!! Un saludo
    Marian (maricrispaz)

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  2. Sí. Cocinar, a veces, viene bien para el alma.

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