sábado, 2 de marzo de 2013

Un proyecto que puedo amar

Ayer, alguien me advirtió de que era viernes.
Ha pasado, sin darme cuenta, una de las semanas más intensas que recuerdo.
Poniendo en marcha un proyecto nuevo que puedo amar.
Y totalmente absorta por las exigencias de un trabajo que demanda la entera presencia.
Además de los infinitos y desesperantes comeenergías absurdos que conlleva la burocracia hospitalaria.
La semana que viene, a todo esto se añade la UCI de adultos.
Y la labor de formación de psicólogos en prácticas, que cada vez veo más necesaria.
Con todo, estoy encantada.
Y agotada.

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