viernes, 19 de abril de 2013

Presente

Me asombra este sencillo vivir el presente.
Esta carencia de planes.
De necesidad de planes.
De compulsión a-escribir-o-comunicar-o-lo-que
fuera-o-fuese.
Esta repentina ausencia de autoexigencia.
¿Será que no hay mucho que hacer, hoy al menos?
¿O será que la agenda la marca, no mi ansiedad neurótica por rendir, sino otra instancia que nada sabe de mis gustos y disgustos?
Quedarse sencillamente en calma, cuando toca.
Qué buen plan.

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