sábado, 12 de octubre de 2013

Sobre el derecho a decidir

Me parece incuestionable.
No hay relación que pueda, que deba sostenerse sin el consentimiento de todas las partes implicadas.
Otra cuestión es que crea (que no lo creo) que Cataluña vaya a resolver sus problemas independizándose.
O que me tema (que me lo temo) que una decisión así traería, además de infinitos problemas prácticos, muchísimo sufrimiento para los de allí y para los de aquí. Con todos los malentendidos y desencuentros que se quiera, unos lazos como los que hay no pueden romperse sin heridas terribles para todos.
Y, además (y no lo menos importante), que me dolería que se marcharan.
Pero son ellos los que tienen que decidir.
Y más vale que lo que decidan sea por abrumadora mayoría. O el desgarro y sus efectos durarán generaciones. Allí y aquí.

PS: Me parece que esta cuestión simboliza como ninguna el estado terrible de descomposición de nuestra sociedad, a todos los niveles. 
Pienso que estamos en una verdadera catarsis. en una purga en la que todo lo que había debajo de la alfombra está saliendo a la luz. Como un psiquismo individual (salvadas todas las distancias), nuestra sociedad está en un proceso de purificación. Todos los fantasmas, fuera del armario. 
Si podemos integrar todo eso que es, que,de todas maneras, es, todo este sufrimiento habrá merecido la pena, y construiremos algo digno de ser vivido y dejado a nuestros hijos. Si no podemos hacerlo, nos desangraremos, con resultados terribles para todos, durante décadas.

P.S.: Creo que los gobernantes catalanes, ERC, etc., están utilizando el victimismo de una manera irresponsable, y ocultando al pueblo los terribles problemas y el inevitable empobrecimiento social que supondría la independencia. Si de verdad la consiguen, van a tener un despertar durísimo de muchas ilusiones infundadas.



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