martes, 6 de enero de 2015

Sin cuentos

Decididamente, no me queda paciencia para creerme nada.
La única que alcanzo a permitirme es la fe... en nada.
Desnuda, silenciosa y vacía.

1 comentario:

  1. Como siempre fue la fe...fe en nada, vacua, pivotando sobre su propio eje.

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